Tal vez no recuerdes más aquel lamento
que se nos fugó de entre los labios
sin holgura
sin holgura
y que, ajeno a todo intento de cordura,
levita aún cual manifiesto etéreo,
en remembranza de otros gozos
y locuras.
y locuras.
Anhelo en vano recuperar esos momentos
de sangre ardiente y amor desenfrenado,
sorber a besos tu placer sesgado,
y retornar al tuyo y mío, siempre
deleitable,
deleitable,
crepúsculo de dichas y soslayos.
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