miércoles, 14 de marzo de 2018

AMAR LA LECTURA

Continúo con este tema:
Hay que aprovechar e improvisar cualquier ocasión y elemento que despierte sus intereses, para meter una cuña en el proceso de adquirir hábito y deseo lector:

Estáis en una tienda: 

En un comercio o tienda, buscad sus productos preferidos, otros que resulten atractivos y llamativos, que les encanten (galletas, chocolates, helados, refrescos, gelatinas...). Sacad dichos artículos de las estanterías, inventad y leed en voz alta sus etiquetas: chocolate dulce con avellanas para niños que se portan bien..., leche para que los niños se hagan grandes... galletas muy crujientes para darles mordisquitos y mojar en la leche... Pon cara de interesante, comentadlo con ellos.

A la hora de jugar:

La primera vez que vayan a utilizar un nuevo juguete o juego, saca las instrucciones, léeselas despacito, con mucho agrado e interés, como digo siempre. Jugad una ronda, siguiéndolas y aplicándolas paso por paso. Relacionará juego-lectura: "Esas palabras que están ahí escritas me ayudan a jugar". En más de una ocasión querrán e intentarán leerlas ellos solos.


Anuncios y carteles:


No existe lugar por el que nos movamos, ni siquiera en nuestras propias casas, donde no haya anuncios: folletos, dípticos, revistas... Constituyen otra fuente para leer  determinadas palabras o las más destacadas con ellos o delante de ellos. Si los rótulos o carteles están en escaparates  o catálogos de juguetes, ellos encantados. Las fechas de Reyes y Papá Noel son estupendas para que se hinchen a mirar. Preguntarán más de una vez: "¿Qué es esto?". Aprovechad para leérselo.

Canciones y poemas:

Cuando les vayáis a enseñar pequeñas canciones o poesías infantiles, que le gustan mucho, una vez que se las aprendan bien, escríbelas a mano, con letra muy legible o en mayúsculas, con algunos dibujos que las ilustren. Que los coloreen. Subraya alguna de las palabras, luego jugad a leer el poema o la canción a medias: vosotros comenzaréis leyendo, mientras señaláis con el dedo, la mayor parte de una frase, ellos lo terminan, pronunciando las palabras subrayadas. 

Para terminar:

Es increíble la cantidad de oportunidades que se nos presentan y nos pasan desapercibidas para estimular el deseo de leer en los niños. Grabadlo en vuestra mente y no las desaprovechéis. Tampoco hay que resultar cansinos ni machacones. No hay que obsesionarse, ni insistir en todo momento o conseguiremos el efecto contrario. Buscad la justa media. De vez en cuando, como quien no quiere la cosa, periodos breves y siempre que los veamos receptivos.


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