martes, 7 de marzo de 2017

LA LECTURA COMIENZA EN EL MOMENTO DE NACER








"Hay muchas maneras de agrandar el mundo de tus hijos. El amor por los libros es la mejor de todas".  

                     Jacqueline Kennedy

   





El niño, la mamá y el libro tienen que formar un triángulo amoroso. Establecer vínculos afectivos estrechos entre ellos evocará siempre en el bebé gratos recuerdos de los libros.


Tened esta consigna siempre muy presente: jamás ofrezcáis al niño un  libro ni se lo contéis para consolarlo o tranquilizarlo en sus momentos de alteración, disgustos, malestar... No creéis esa asociación, que costará borrar después. Ofrecedle libros o cuentos solo en sus momentos placenteros.




LA LECTURA PASIVA 


Los niños tienen que amar la lectura mucho antes de saber leer. 

Aunque muchos recomiendan que se comience a partir de los seis meses, no pasa

 nada por adelantarlo. Desde que el niño nace hay que leerle cuentos, mejor aún,

 contárselos. LA PRIMERA LECTURA DEL NIÑO SE PRODUCE ESCUCHANDO.

LEE PARA ÉL EN VOZ ALTA.
Es muy importante leer en voz alta a nuestros pequeños porque establecemos un vínculo entre sus cosas queridas: nuestra voz, nuestra cercanía..., y los libros. Pasar tiempo leyendo para ellos les demuestra que la lectura es un hábito que merece la pena conocer. Y si a los pequeños se les lee con alegría, cariño y entusiasmo, se crea un vínculo especial. Comienzan a relacionar os libros con estados de felicidad y se desarrolla en ellos el amor por la lectura. 
NÁRRALE PEQUEÑOS CUENTOS. Da igual lo que le digas, en este momento lo fundamental es el tono.  Tienes que  explotar todas tus dotes de cuentacuentos y darle inflexión a la voz, que se diferencie del habla normal. Procura que tu voz sea dulce, cariñosa, envolvente... Se le quedará grabada en la mente y en el corazón.
Se acostumbrará a escuchar tu voz contando historias chiquititas. Por supuesto que no entenderá nada, ni falta que hace, pero lo asociará con lo que más quiere: su madre. Esa persona que le gratifica con cariño y con el alimento cada día.
AMARÁ esa lectura pasiva
Una idea fundamental, que repetiré en cada parte que desarrolle:
Jamás le leáis nada en un mal momento de ánimo.
No es necesario que sea un cuento lo que escuche, puedes contarle lo que quieras, pero en tono narrativo.
 Los libros deben ser una forma más de diversión. Tienen que considerar el libro un juguete más, así al ir creciendo los libros no serán objetos aburridos. Para ello hay que discurrir el modo de que sea así. Aprovecharemos los cinco sentidos:

TACTO: Libros de diferentes texturas. Los hay preciosos. El bebé al tocarlos descubrirá satisfacción. Lo tirará, recogerá, lo aplastará... Libertad absoluta; no se rompen, pero aunque lo hicieran... valdría la pena ¿verdad?

OLFATO: También los hay con olores, a frutas, gominolas, aromas naturales... Ellos lo captarán perfectamente.

VISTA: ¿Y el gran colorido que tienen casi todos estos primeros cuentos para bebes. Incluso a los adultos se nos van los ojos detrás. Les encantará y estimulará esa inmensa gama de colores.

OÍDO: Cuentos musicales, o con sonidos de animales, que suenan cuando el bebé los aprieta y los toca. !Espectacular!

GUSTO: Un gran gusto les produce llevarse todo a la boca. Ya sabéis que evitar que chupen ciertos objetos o productos es una dura batalla. Hagamos que se lleven a la boca lo que nos interesa, y, en este caso, un libro es una excelente opción. Es más, podemos acostumbrarlos a que tengan un cuento preferido (de tela o cualquier material blandito) que siempre les acompañe, incluso para dormir. Que no sepan desprenderse de él. Si, además, tiene la forma de algún animal, perfecto, será su amigo inseparable.
Os remito a una entrada anterior sobre este tema:  
https://tinadeluis.blogspot.com/2017/01/habito-lector-antes-de-saber-leer.html




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