El sol se fuga arrastrando su mantón púrpura ardiente,
mientras inunda de fuego el horizonte, y reverbera
su fulgor sobre el ocaso.
La luna asoma, presta e impaciente,
para tratar de asir una sonrisa, un agasajo,
que el sol, astuto, elude cada día,
y se retira raudo, porque no quiere enamorarse;
se debe a tantos…
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