Caballito de mar
llévame lejos,
más allá de la luna y el sol,
hacia nuevos luceros.
Donde cuenten historias las flores
y no exista el miedo.
Donde el día y la noche se igualen
en un brillo eterno.
Que los niños recorran el tiempo
surcando promesas
de un lugar deseado por todos,
desterrada la guerra.
Que la pena, el dolor y el agravio
sean sólo leyenda.
Tina de Luis
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ResponderEliminarUna huida en busca de la primavera idílica, al paraíso de la edad dorada tan sólo accesible a través de las rutas olvidadas de la infancia. Si la madurez resulta terrible y terrorífica, huyamos hacia la isla de la felicidad, montados en un caballito de mar.
ResponderEliminarAmiga Tina, lo que escribiste es para chicos de cuatro a noventa y nueve años.
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