La noche avanzaba sigilosa, con sus
garras de negrura desplegadas. Las sombras espiaban agazapadas. ÉL sintió el acecho
de la bestia y contuvo la respiración. El brillo de sus pupilas se entrecruzó
en la espesa oscuridad. Ambos presagiaron lo inevitable: la muerte; la
destrucción. Hubo un salto impetuoso hacia el rival. Un estruendo de cristales
rotos y un terrorífico alarido desgarraron el silencio. Los trozos del espejo, despedazado,
acuchillaban a bestia y presa: un mismo ser.
Microrrelato finalista en el Certamen de Diversidad Literaria: "Inspiraciones nocturnas V". Entre los once primeros de entre 2.000 relatos presentados. Formo parte de los finalistas en esta antología:
No hay comentarios:
Publicar un comentario