Hay que tener en cuenta que un brioche no es un bizcocho ni un postre, exactamente. Es una especie de pan blando o pan de leche, con un toque dulzón muy leve, enfocado a desayunos o meriendas, que se puede untar de mantequilla y mermelada, endulzarlo un poquito, o si se prefiere tomarlo tal cual.
INGREDIENTES:
Otro
huevo para dar brillo a la superficie
400
gramos de harina de fuerza
200
ml. de leche
100 gramos
pasas de corinto
50 gramos azúcar
15 gramos, que viene a ser un sobre, de levadura de panadería (o 20 g de levadura fresca)
30 gramos de mantequilla
Esencia de vainilla, de azahar, de naranja, de brandy. Al gusto.
1 pizca de sal
50 gramos azúcar
15 gramos, que viene a ser un sobre, de levadura de panadería (o 20 g de levadura fresca)
30 gramos de mantequilla
Esencia de vainilla, de azahar, de naranja, de brandy. Al gusto.
1 pizca de sal
ELABORACIÓN:
En
primer lugar, disolvemos la levadura en los 200 ml de leche tibia (no te pases
de calor porque la levadura pierde sus efectos). Mezcla los 50 g de azúcar con el
huevo y la esencia de tu gusto. Puede ser con batidora tradicional o Thermomix.
Añade la leche con la levadura.
Ahora vete incorporando
los 400 g de harina poco a poco y la pizca de sal.
Si lo haces en Thermomix
(como lo he hecho yo) amasa a velocidad espiga durante 15 minutos. Déjalo reposar
entre 45 minutos y una hora. Añade los 30 g. de mantequilla, reblandecida, y vuelve a repetir
el amasado y después otros 45 minutos de reposo.
Al acabar el segundo
amasado, añade los 100 g de pasas y, si quieres un puñadito de nueces. Si las pasas están muy duras, se pueden remojar unas horas antes en agua o brandy, y escurrirlas muy bien, o secarlas, antes del uso.
Unta de mantequilla un
molde, tipo plum cake. Si usas otro, que sea alto y no muy ancho. Pon la masa
de brioche en él y deja que repose a temperatura ambiente unos 15 minutos,
hasta que veas que se ha redondeado la superficie. Antes de meter al horno
pincela la
superficie con el otro huevo, batido, para que adquiera brillo.
Precalentamos
el horno a 200ºC. Hornéalo 10 minutos a 200
grados, calor arriba y abajo. Luego reduce a 180 grados y déjalo otros 20 minutos.
Cuando veas que se dora demasiado la parte superior, cubre por encima el molde
con papel de aluminio o papel de hornear. Controla el horno, hasta tú veas que
está dorado en su conjunto, porque cada horno es un mundo. Si lo deseas, reparte
por encima unos trocitos de chocolate. Se derretirán y le darán un toque
agradable, además de bonito. Esto ya es optativo. Por último, déjalo enfriar sobre
la rejilla y fuera del horno, antes de desmoldarlo.
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