EL ESCRITOR "INFUSO" Y EL LECTOR CÓMODO
Leí este chiste en Facebook hace varios días:
"Recibo este mensaje en mi buzón de FB:
Remitente: Hola como se publica un libro en amazon quieto escribir uno
Ebook.
Yo: Bueno, primero tendrás que escribirlo, supongo. Luego entras en KDP y sigues las instrucciones.
Remitente: Gracias si claro escribirlo !! Uff que palo Muchas gracias Y perdone las disculpas".
En un principio te hace reír, pero en realidad es patético y no tan distante de la realidad.
El chiste junto con un artículo que acabo de leer (adjunto abajo el enlace), han removido en mí el deseo de expresarme sobre el tema. Me han recordado una idea que llevo ya tiempo madurando acerca de una evidencia que también llevo tiempo constatando:
El chiste junto con un artículo que acabo de leer (adjunto abajo el enlace), han removido en mí el deseo de expresarme sobre el tema. Me han recordado una idea que llevo ya tiempo madurando acerca de una evidencia que también llevo tiempo constatando:
Entre los adolescentes, y algo menos que adolescentes, podemos diferenciar entre dos sectores bastante definidos, en cuanto a la lectura y a la escritura se refiere:
.Jóvenes que leen mucho y aman la buena literatura. Y si tienen pasión por escribir, lo hacen con calma y corrección.
.Jóvenes cuyo único objetivo es hacerse ver en las redes, que no leen ni han leído; incluso algunos alardean de ello. Buscan el estrellato de forma rápida y arrolladora. Se sientan a escribir sin haber leído en su vida. Plasman sus pensamientos tal como les viene a la cabeza y se ríen del estilo, de la pulcritud, de la ortografía y de la estética. A este segundo grupo me refiero en lo que sigue.
.Jóvenes que leen mucho y aman la buena literatura. Y si tienen pasión por escribir, lo hacen con calma y corrección.
.Jóvenes cuyo único objetivo es hacerse ver en las redes, que no leen ni han leído; incluso algunos alardean de ello. Buscan el estrellato de forma rápida y arrolladora. Se sientan a escribir sin haber leído en su vida. Plasman sus pensamientos tal como les viene a la cabeza y se ríen del estilo, de la pulcritud, de la ortografía y de la estética. A este segundo grupo me refiero en lo que sigue.
Hay una numerosa tropa de adolescentes, gente joven, que busca la fama rápida a través de la escritura. Se creen excepcionales, con dones y poderes. Ser buen escritor es duro, exige sacrificio, preparación y dedicación, así que para qué se van a complicar la vida. Su filosofía: «Poquito, que no hace daño ni espanta al lector, y eso del estilo, gramática, ortografía..., tonterías que se han inventado para hacernos perder el tiempo. Si a la gente le gusta y entiende lo que escribo...» Y razón no les falta, precisamente poco es lo que quiere otra enorme tropa de lectores que cuanto menos esfuerzo les exija la lectura, mucho mejor. Forman una simbiosis perfecta el lector comodón, con el gran novelista relámpago. Los temas tratan, generalmente, de los intereses de la edad: nada que roce la historia, ni la política ni el arte, ni la filosofía., ni... ni... El amor en todas sus formas y colores conforma el contenido.
Por último la condición y estrategia para que unos y otros se encuentren y estalle el idilio son las redes.
No tienen que pasar por el filtro de los expertos, no necesitan mendigar a las editoriales, no necesitan poner dinero. Lo único que necesitan es encontrar el modo, lugar y/o la página donde la gente los visite y los conozca. Le dedican un ratillo a escribir todos aquellos temas que interesan a los jóvenes y hacen que se sientan muy unidos. Lo sirven en entregas de pocas líneas, mejor si no pasa de tres, que igual se cansan y no leen. Les hacen sentir lectores sin complicarse la vida. Si, además, les ofrecen likes en sus publicaciones, ya sean de motos, mascotas, diversiones, fotos...ellos los devuelven fielmente y comparten sus temas e intereses.Esto se ramifica, extiende sus tentáculos y llega a cientos, a miles de personas.
Por último, algunas Editoriales que siempre han esgrimido la bandera de la calidad y son consideradas intocables e inaccesibles, descubren en ello la gallina de los huevos de oro. No quieren perder la oportunidad de incrementar sus beneficios, así que se ponen en contacto con dichos escritores, que, inexplicablemente, VENDEN, a sus incontables acólitos. ¿Que más se puede pedir para sembrar esta literatura por toda la geografía mundial? Una lectura que aliena y empobrece.
Por último, algunas Editoriales que siempre han esgrimido la bandera de la calidad y son consideradas intocables e inaccesibles, descubren en ello la gallina de los huevos de oro. No quieren perder la oportunidad de incrementar sus beneficios, así que se ponen en contacto con dichos escritores, que, inexplicablemente, VENDEN, a sus incontables acólitos. ¿Que más se puede pedir para sembrar esta literatura por toda la geografía mundial? Una lectura que aliena y empobrece.
Es una pena. ¿Quién no sabe del gran influjo de la lectura en el conocimiento, la cultura, la educación...? Los libros son la mejor fuente de aprendizaje y forman el pensamiento. Se debe leer, y leer de todo. En los libros se encuentran las opiniones, experiencias, vivencias, descubrimientos... de millones de personas de todas las épocas, que nos hablan y nos enseñan. La falta de lectura embrutece. Al entorpecimiento e impedimento de la lectura recurre, precisamente, los gobiernos que no quieren ciudadanos preparados e inteligentes. Así no les dan problemas; se someten fácilmente.
¡Cuántos conocimientos del pasado y de culturas arcaicas se han perdido por no haberse plasmado en la escritura! O por pérdida de los escritos, como es el caso de la gran Biblioteca de Alejandría.
A mí me asusta pensar a dónde nos irá conduciendo todo esto. Tal vez un día el panorama literario pegue un vuelco y volvamos a elevar a la escritura/lectura al rango que le corresponde.
Tal vez. La vida son ciclos que van y vienen.
¡Qué bueno! Por fin lo leí ¿no? EL caso es que estaba buscando el enlace al concurso de poemas y encontré éste tb. EL caso es que si me pongo crítico igual sienta mal, así que... Todo lo que dices es cierto, pero esa caída de nivel que ahora dices que se ha producido en la literatura, tb se produjo mucho antes en la música y parece que a nadie le importa. Ya no importa que una cantante tenga una voz agradable, cálida o sugerente. Si un cantautor escribe letras bonitas se le perdona su pobre voz. Y ya no dirá nada de la música clásica, que parece un cementerio de dinosaurios en el que en lugar de promoverse las nuevas creaciones se hurga en el pasado, en busca de algunas que entonces se desecharon porque no tuvieron gancho (no es el caso de las estaciones de Vivaldi, pero esta será la excepción). AHora bien, creo que la producción actual de clásica no cuaja porque da la sensación que es el resultado de retos intelectuales en lugar de ser producto del sentimiento.
ResponderEliminarY en todo esto los intereses económicos y algunos otros. La producción artística de una época es el resultado del espíritu de su clase dominante. Y el espíritu que hoy en día controla es el de los burgueses que promovieron la revolución francesa. Hoy, cuando te comentaba la película El tercer hombre no mencioné la frase con la que termina el diálogo de la noria que, por cierto, forma parte del guion, pero no de la novela:
“En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia, no hubo más que terror, guerras, matanzas… pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz… ¿Y cuál fue el resultado? El reloj de cuco”.
Lamentablemente, tienes mucha razón, Brando. La música también sufre una caída infame. Poner en los platillos de una balanza piezas ridículas e insustanciales y tratar de igualarlas es una demencia. Respecto a la pintura, ayer lo pensaba, precisamente: si hoy pintara un cuadro un artista y fuera calcado a los de Goya o Velázquez; no el mismo tema, claro está, pero sí la técnica y resultados, ¿se valoraría? Graves culpables son la falta de formación en las artes y el triunfo fácil y difundido sin control en redes y medios de gran alcance.
EliminarNo sé, despues de ver que el finalista a un concurso de poesía era un título sin poema que al final resultó ser un poema sin título (ni hidalguía) me arrepiento de mi mensaje anterior. Pero es inútil combatirlo con quejas. Pienso que lo más eficaz es combatirlo no dejándose vencer y plantarle cara creando como uno piensa que se debe hacer.
ResponderEliminarDuele, duele mucho que se pueda comparar una frase que te cruza por la cabeza en un momento de iluminación, de esas que ni se te ocurriría presentar como una obra de arte por no hacer el ridículo con una creación a la que has dedicado horas y horas para que alcance un mínimo de calidad.
Eliminar