viernes, 24 de octubre de 2025

RELATO "POR UNA VIDA MEJOR" - REVISTA "LA TORRE DEL OJO" Nº 2

                        

  
 El primer contacto con la realidad fue traumático: sus sienes, a punto de reventar; una inmensidad de púas gélidas acuchillaba sus huesos; su cuerpo, más pesado que un bloque de granito. Lo sentía ajeno, inconexo, excepto… el estómago. Ese sí clamaba a voz en grito. Una masa amarga y viscosa ascendió por su garganta. Vomitó. «Pero ¡qué leches! ¡Cómo puedo vomitar si tengo el pobre buche más vacío que el bolsillo de mi ex!». Se fue incorporando con extrema lentitud, hasta golpearse la cabeza. «¡Oh, Dios! ¡La tapa!». Entonces recordó, y el pánico la fustigó con saña. Se asfixiaba. El aire regresó a sus pulmones y el alivio, a su ser cuando la cubierta se abrió sin oponer resistencia. Estaba rota. Se contorsionó y reptó hasta salir de aquel cubículo metálico. Solo el caos, la mugre, el abandono… imperaban en aquellas instalaciones de supuesta tecnología puntera. Su moral se despeñó por los abismos de la frustración.


¡Maldita suerte la mía y maldito el día en que me encontré con el cartel de Mejore usted su vida. Asegure su futuro! En vez de eso, debió decir: Pase usted a mejor vida. Yo caí en la gilipollez de hacerle caso, sin tener en cuenta que una siempre acaba del mismo modo en que nace; es decir, fatal. ¡Todo esto es de coña! Me está bien empleado por ilusa, por meterme en una hibernación de saldo. ¡Porca miseria! Como no encuentre algo para llevarme a la boca, me moriré de hambre. Claro que… nunca se muere dos veces. ¿O sí? Por aquí no hay nada. Nada de nada. Sería muy capaz de zamparme alguna rata; pero, por lo visto, hasta los roedores aborrecen este estercolero».

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