todas tus huellas,
aunque escarbes mi
interior
para vaciarme,
en mí te hospedas.
Puedes ulularle al
viento:
«Ella
fue nada»,
esgrimir la insensatez
con tu ceguera,
yo fui tu balsa.
Me libaste en plenitud
e inseminaste.
Absorbí tu cualidad
cual sementera:
grana de amante.