Me la encontré en uno de mis paseos; muy graciosa, pero cabezota. Yo la ponía en la hierba, en dirección al lago y ella se volvía hacia la acera. ¿Querría recorrer el mundo?
Haz clic en la imagen, si quieres ver a la tortuga en movimiento.
Temeraria e ilusa,
se empeña y se empeña
en llegar al asfalto.
Interrumpo su marcha,
le indico el camino,
la llevo a la hierba.
Ella, erre que erre,
¿La intuición le falla?
¿Por qué no obedece?
Regresa al asfalto
y se queda ahí plantada.
La pobre no sabe
que las ruedas de un auto
pueden ser muy malvadas.
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