Después de un prolongado silencio me propongo no volver a dejar tanto tiempo abandonado a este pobrecito Blog. Es que a veces, cuanto más tiempo se tiene, peor se anda.
Me encanta este sonido y esta musiquilla. ¡Qué bien sonaba aquel "Laralaralala laralala... laralaralá PE - SE -TAAAS... !
Hoy es el día en que se canta la Lotería Nacional. Para mí ha sido siempre un día muuuuy entrañable. Me trae tantísimos recuerdos: el comienzo de las vacaciones, un día casero y familiar (si es que las vacaciones escolares ya habían empezado), villancicos, tiempo libre, ilusión por todo lo que anunciaba...
Soñar con que además te tocaba la lotería... un mundo mágico. Lo de tocar es algo que me pasó una vez, pero bastante después de aquellos gratos recuerdos, aunque no por eso menos gratos. Vivía en ese momento en Boadilla del Monte, como cada año escuchaba la retransmisión de la lotería, que siempre me ha encantado como os acabo de decir. Escuché un número premiado, dijeron algo de San Sebastián. Jugaba 500 ptas (qué raro se me hace decirlo así) de un número intercambiado con unos tíos. Corrí a encender la tele, me puse a mirarlos y... ¡NO ME LO PODÍA CREER!, allí estaba el número, uno de los que yo tenía apuntado. ¡Me había tocado! Fue un tercer premio. Enseguida llamé a mis tíos a San Sebastián para informarles del acontecimiento.
Mi tío, Ricardo, estaba en el bar de Irún; mi tía, Fe, trabajando en compañía de una amiga y en casa de ella. En cuanto se enteró salió corriendo para casa porque ni siquiera sabía cuánto décimos jugaba. La amiga se puso tan excitada, que no podía encontrar sus décimos.
No fue para hacerse ricos, pero no os podéis imaginar la ilusión que hace. es como un sueño cumplido. Nadie regala dinero y que de repente te caiga ese... Me tocó algo así como el importe de un coche pequeño, normal.
¡En fin! A todo el mundo le deseo una experiencia similar, y si no llega, lo de siempre: unas fiestas extraordinarias, cargadas de felicidad y paz:
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!
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